En cualquier caso, lo único que podía obtener era un parecido, una ilusión, y él lo sabía. Creo que esta dificultad le resultaba, literalmente, cada día menos aceptable, menos tolerable –casi en un sentido físico–, a pesar de que intentaba continuar, llegar más lejos. Siempre hay una posibilidad de ir un poco más allá, no demasiado pero sí un poco más, y en el ámbito de lo absoluto un poco significaba «sin límites». Creo que esta posibilidad era la que concedía esa asombrosa intensidad a la obra de Giacometti, una intensidad que aumentaba con el tiempo. Pero también pudiera ser que esta posibilidad fuera la causante de que él encontrara cada día más dificultades para realizar una obra que pareciera «terminada» en el sentido convencional del término.