Hábil Mente

bienestar personal será siempre la evidencia más convincente de que el poder de la mente subconsciente habita en todo ser humano. Hace más de cuarenta y dos años superé una enfermedad –que en términos médicos se conoce como sarcoma– utilizando el poder curativo de mi mente subconsciente, el cual todavía mantiene activas y rige todas mis funciones vitales. La técnica que apliqué está detallada en este libro y estoy seguro de que les ayudará a muchos a confiar en esa misma presencia curativa infinita que habita en los abismos del subconsciente de la Humanidad. Gracias a los buenos oficios de mi amigo médico comprendí de repente que era natural suponer que la misma inteligencia creadora que hizo todos los órganos, que moldeó mi cuerpo y que puso en marcha mi corazón, también podría curar la obra de Sus propias manos. El antiguo proverbio dice: “El médico cura la herida y Dios la sana”.
Cuando oras con todas tus fuerzas,
suceden cosas maravillosas
La oración científica es un conjunto de interacciones armónicas de los niveles consciente y subconsciente de la mente, que están científicamente dirigidas a un objetivo específico

, el famoso sicólogo de Francia que visitó América hace unos cuarenta años, definió la ley del esfuerzo a la inversa así: “Cuando tus deseos y tu imaginación están en conflicto, tu imaginación es la que casi siempre gana”.
Si, por ejemplo, recibieras instrucciones de caminar por una tabla en el piso, lo harías sin dudarlo. Ahora, supón que la misma tabla fuera colocada a veinte pies de altura entre dos paredes. ¿Caminarías por ahí? Tu deseo de caminar sería contrarrestado por tu imaginación o miedo a caer. Tu idea dominante, la cual sería la posibilidad de caerte, dominaría. Tu deseo, tu voluntad o tu esfuerzo por caminar sobre la tabla sería puesto a la inversa y la idea dominante del fracaso sería reforzada.
Invariablemente, el esfuerzo mental se derrota a sí mismo y casi siempre sucede lo contrario de lo deseado. Las sugestiones de incapacidad para vencer la condición dominan la mente; tu subconsciente está siempre controlado por la idea dominante y aceptará la más fuerte de las dos proposiciones contradictorias. La manera de hacerlo con el mínimo esfuerzo es la mejor.
Si dices: “Necesito sanidad, pero no la puedo conseguir”, “Lo intento tanto”, “Me obligo a orar”, “Uso toda la fuerza de voluntad que tengo”, debes darte cuenta de que tu error está en tu esfuerzo. Nunca trates de obligar a la mente subconsciente a aceptar tu idea ejerciendo la fuerza de voluntad. Tales intentos están condenados al fracaso y a conseguir lo contrario de lo que pediste.

Segunda: que la mente subconsciente siempre está abierta al poder de la sugestión. Y es más: la mente subconsciente controla por completo las funciones, condiciones y sensaciones de nuestro cuerpo