Si queremos cambiar la sociedad y creemos que la educación es clave para este proceso, debemos reflexionar sobre qué parte de responsabilidad tenemos cada uno de nosotros y nosotras que impide que tengamos un sistema educativo integrador y feliz. Con este libro la autora nos invita a tomar conciencia de qué aspectos podemos cambiar como personas que educamos para contribuir a una educación más sana, inclusiva y que favorezca el bienestar de las personas a las que acompañamos.