Un zulo propio

Hacernos fuertes, aprender a sacar la lanza cuando la necesitamos y a clavarla cuando no queda otra. Esta mierda de mundo cada día más violento es más habitable también si dejas de desconfiar de cada tipo con el que te cruzas y le miras a los ojos para conocer sus intenciones.

Se puede escribir sin una habitación materialmente propia pero no se puede escribir sin este precioso zulo interior, es imposible

Paloma Gómez asegura que la anorexia nerviosa es una rebelión contra la feminidad impuesta, contra el mandato que encadena irremediablemente a las mujeres a la maternidad y al cuidado de los otros.

Se puede escribir sin una habitación materialmente propia pero no se puede escribir sin este precioso zulo interior, es imposible

en nuestras luchas y deseos estamos más cerca de muchos hombres que conocemos, pobres, precarios, maricas transexuales o heteros, libertinos... que de muchas mujeres.

Una de las trampas más peligrosas de separarnos de los hombres y demonizarlos es presuponer que entre mujeres todo es fantástico.

llegar al consenso de puro aburrimiento,

Por tanto, la musculosa, negra y bollerón Caster Semenya no es una mujer. Lógico. Pero qué lo digan. Ya que la ciencia ha dejado de ampararles, que lo digan alto y claro. Qué digan qué hostias es una mujer. Y que vuelvan a contabilizarnos a todas en el planeta, porque la mayoría nos salimos del tiesto. Algunas por todos los lados, como Caster Semenya.

Gracias a la arrasadora victoria de tal musculosa gacela, no paro de leer por todas partes lo que nosotras llevamos tanto proclamando: que la segregación humana en dos sexos es una patraña. El País titula: «El sexo no es sólo una y».

Olympe y sus hermanas participaron activamente en la revolución, se dice que hasta tres mil mujeres tomaron La Bastilla. Y después fueron apartadas, sacrificadas. Ya podíamos haberlo aprendido de ellas, cualquier revolución que no contemple la destrucción del patriarcado como prioridad, acabará devorándonos.