El vagabundo (1932) fue publicado después de la muerte de Gibrán. Lo dio a conocer Bárbara Young, la biógrafa del autor. Contiene una serie de relatos, parábolas o fábulas con enseñanzas morales implícitas, al estilo de La Fontaine
-Concuerdo con lo que tú dices, mas creo que el ermitaño es un buen hombre. Y ¿no podría ser que un solo buen hombre con su ausencia obrara mayores bienes que la aparente bondad de tantos hombres
R Güemeshar citeratför 2 år sedan
Ves esa ermita? Allí vive un hombre que hace ya mucho tiempo se divorció del mundo. Busca a Dios y a nada más sobre la tierra.
-No encontrará a Dios -dijo el otro hombrehasta que no abandone su ermita y la soledad que lo envuelve, y regrese a nuestro mundo a compartir nuestra alegría y dolor
R Güemeshar citeratför 2 år sedan
El día después de su entierro tanto la antigua vasija de vino como las otras fueron repartidas entre los habitantes del vecindario. Y ninguno notó su antigüedad.
Para ellos, todo lo que se vierte en una copa es solamente vino.