La labor de pregonar las bondades del neoliberalismo desde los setenta ha estado en manos del Premio Nobel en Economía de 1976, Milton Friedman, quien para estos años ya había visitado y dado conferencias en Nuevo León, México. El Grupo Industrial de Monterrey, inspirado por las palabras de Milton Friedman, exigió la retracción del Estado, la disminución del gasto público y la venta de empresas paraestatales. Y a finales de 1979 se organizó en Guanajuato un evento de tres días que Proceso siguió atentamente.
En un artículo del 17 de noviembre de ese año, Proceso reporta que la iniciativa privada congregó a expertos nacionales e internacionales al evento “Atalaya 79” para discutir el capitalismo y la “felicidad pública” que según ellos lo acompañaba. Aunque las opiniones eran diversas, los presentes confluían en la necesidad de reducir el Estado, replegarse en el sector privado y personalizar los servicios con la finalidad de alcanzar la felicidad a través de una “conquista del hombre sobre sí mismo”. Basta ya de estados y de partidos.