El Amor En Los Tiempos Del Cólera

Ya me sobrará tiempo para descansar cuando me muera pero esta eventualidad no está todavía en mis proyectos

Él era un hombre de buenos ímpetus, y además bien entrenado, y ella no estaba hecha para dejarse tomar ventaja de nadie, de modo que tuvieron que conformarse con el poder compartido en la cama.

la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y que gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado.

-¿Y hasta cuándo cree usted que podemos seguir en este ¡r y venir del carajo? -le preguntó.
Florentino Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, siete meses y once días con sus noches.
-Toda la vida --dijo.
FIN

Pero en la soledad del palacio aprendió a conocerlo, se conocieron, y descubrió con un grande alborozo que los hijos no se quieren por ser hijos sino por la amistad de la crianza

Decía que quienes los amaban en exceso eran capaces de las peores crueldades con los seres humanos

Eran para un amor que se lo llevó el carajo -le dijo.

Lo único que me duele de morir es que no sea de amor.

Sabía que iba a casarse el sábado siguiente, en una boda de estruendo, y el ser que más la amaba y había de amarla hasta siempre no tendría ni siquiera el derecho de morirse por ella.

Pero si algo habían aprendido juntos era que la sabiduría nos llega cuando ya no sirve para nada