El Norte Grande de Chile, ha contribuido a otorgarle a este país una nueva y rica sonoridad: la andina. La Nueva Canción Chilena usó estos recursos. El sonido de la quena, zampoña y charango ayudó a saber algo más de este desconocido territorio para el resto de los chilenos. La obra de Osvaldo Torres, primero junto a Illapu y luego como solista, transita en la década de los 70 y los 80, por la tradición oral andina y por la defensa de los derechos humanos. Figura del Canto Nuevo, Torres ha colaborado de singular modo a este movimiento enriqueciendo el paisaje sonoro de Chile. Este libro analiza su obra y la sitúa en su lucha por una sociedad más justa. Toda vez que resalta sus útimas creaciones resultado de una incesante búsqueda, no sólo en la música, sino que también en la pintura.