Psicología del tarot

Tarot en su perspectiva psicológica se convierte en una superficie nítida donde podemos mirarnos sin riesgo a ser juzgados

l primer eje que encontramos, aunque no es el primero que como función del sistema psíquico se pone en marcha, es el del Padre e Hijo

Arcano de La Fuerza representa perfectamente este centro consciente que incluye las cualidades y pulsiones innatas de la persona, todo aquello que ha ido incluyendo en base a sus relaciones sociales y culturales, y la habilidad de acomodar pulsiones y mente, expresión y actos.
Demos un paseo por esos ejes que conforman la construcción de nuestra identidad:

l Yo es dinámico, cambiante, a pesar de que intentemos cristalizarlo durante toda la vida y de ahí, de ese intento de someterlo a unas convicciones pre-establecidas, devienen el sufrimiento y las neurosis que nos persiguen y arraigan en nosotros ahogando nuestra creatividad y el deseo de la psique, que no es otro que el deseo del Alma, de emerger y hacernos ver que ese Yo que hemos construido a fuerza de sinsabores y luchas, ya no nos sirve a partir de ciertos momentos en los que vislumbramos un espacio mayor, que nos incluye pero que nos supera, invitándonos a identificarnos con algo más grande que nosotros mismos.

Yo es entendido como el conjunto de las representaciones mentales que hacemos de nosotros mismos. Podríamos, eso sí, mantener cierta simbiosis con el Ego. Cuando afirmamos “Yo soy, o Yo pienso tal cosa o tal otra…” no es exagerado afirmar que quien se pronuncia de esa manera es el Ego.

Arcano de La Fuerza, como luego explicaré, constituye el centro de la psique, del Yo.

3 Septenarios tantas veces mostrada

Arcanos Mayores que mejor pueden indicar las polaridades en la construcción de la personalidad del individuo y que son muy sencillas de entender. Primero veamos en imágenes estas polaridades con sus correspondientes Arcanos:

sea que en lenguaje llano se podría afirmar que la identidad es aquello que creemos que somos, la imagen que hemos creado de nosotros mismos y que tiene una raíz biológica pero que también se va moldeando por la sociedad, la cultura y nuestras propias experiencias.

l hecho de vivir la mayor parte del tiempo en un tipo de Consciencia Lunar hace que seamos inconscientes de la realidad de los otros dos mundos, tanto el físico como el psicológic