Cancerófoba

El dolor nos ha dado casa y comida.

soy quien he sido por generaciones.

Así es el miedo, habita debajo
de las cosas, estalla a lo lejos,
llega nítido a nuestros oídos
y con fortuna deja de acecharte
si no lo tocas.

Ya no sólo callamos para esconder el llanto y no preguntar dónde duele cuando respiras como si sacaras la cabeza de un bote de agua fría

Algo había en el fuego que si se lo llevaba a la boca, los gritos dejaban de ser su lenguaje.

Detrás de la puerta no hay resistencia,
soy quien he sido por generaciones.

Tú ya sabes a lo que he venido
cuando lanzas el primer golpe

Le daría más importancia a la sangre,
pero me lo explicaron brevemente:
vas a sangrar y no debe doler tanto

Ese deseo no se ha ido del todo,
ahora me blanqueo la piel en las fotos
y el fantasma de la vieja viene a reírse:
¿quién ejerce contra quién el odio?

A esto juega quien advierte
en cada sonido una alarma:
aquel que mejor escucha,
se siente siempre amenazado

Ella simpatizaba con los carniceros,
como alguien que encuentra la pureza en el fondo,
como alguien que ve en esa ciega violencia
una necesidad aún más violenta de alimentar a otros