Gena Showalter

Noches perversas

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  • Lu Vargashar citeratför 5 år sedan
    –Creo que es lo más dulce que me has dicho.

    –Soy un hombre dulce.

    Ella se rio con ganas, y él se deleitó con aquel sonido. Decidió que iba a hacer que se riera todos los días durante el resto de la eternidad.

    –¿Qué es lo que te parece tan divertido? –le preguntó él–. Soy un hombre dulce.

    –Ya. ¿Y cuáles son los planes de mi dulce ángel para su ejército, eh?

    –Disciplina, autoridad y consecuencias. Por supuesto.

    Otra carcajada.

    –Tienes razón. Qué dulzura.
  • Lu Vargashar citeratför 5 år sedan
    vivan ellos dos
  • Lu Vargashar citeratför 5 år sedan
    –¿Por qué me pedís que haga esa elección? ¿Como castigo por mis crímenes? –preguntó con dolor.

    –Has herido a muchos humanos, aunque sabías que no debías hacerlo. Salvaste a una humana, aunque para conseguirlo tuvieras que arriesgar la vida. Tienes que recibir un castigo y una recompensa.

    Un castigo y una recompensa. Así pues, podría tener a Hadrenial o a Annabelle, pero no a ambos.

    –¿Y si no puedo elegir?

    –Entonces, yo elegiré por ti, porque no puede haber vida sin muerte, ni actos sin consecuencias. Esto, tú ya lo sabes.

    –¿Y yo? Tomad mi vida, y que viv
  • Lu Vargashar citeratför 5 år sedan
    dos. Pero ¿y si eran como tú? ¿Y si eran inocentes? Además, no solo les hacía daño a ellos, sino a la gente que los amaba, y que tenía la esperanza de que se salvaran, finalmente. En realidad, siempre hay esperanza. Ahora lo sé.
  • Lu Vargashar citeratför 5 år sedan
    –Por fin he comprendido lo que trataba de enseñarme la Deidad: los daños colaterales. La gente a la que he matado, o a la que he permitido que mataran, eran poseídos, o tenían relación con los demonios, y yo pensaba que sus asesinatos estaban justifica‍
  • Lu Vargashar citeratför 5 år sedan
    –Algunos ángeles viven. Nosotros, con respecto a lo que cuenta de la vida, ya hemos muerto –respondió Xerxes suavemente.
  • Lu Vargashar citeratför 5 år sedan
    –Has dicho que tus hombres no estaban aquí –masculló Burden.

    Zacharel sonrió.

    –Y no están. Pero van a llegar enseguida. Yo te prometí que no había traído ángeles, y soy hombre de palabra. Sin embargo, no te prometí nada sobre unos cuantos demonios, ¿no? Permíteme que te presente a los Señores del Inframundo.
  • Lu Vargashar citeratför 5 år sedan
    –Intenta no ofenderte –le dijo Paris a Zacharel–. Ella no puede evitarlo.

    Después, se alejó silbando en voz baja.

    –Siempre tienes algo que decir –le reprochó Zacharel a Annabelle–. ¿Y tienes que quedarte callada justo delante de él?

    –Es por su olor –respondió ella sin avergonzarse, y sin dejar de mirar la espalda de Paris–. Nunca había olido nada igual. Huele a chocolate, a coco y a champán. Se te hace la boca agua.

    –Está poseído por el demonio de la Promiscuidad –le dijo Zacharel.

    –¿Cómo? ¡No! ¡No es posible!
  • Lu Vargashar citeratför 5 år sedan
    –Por tu tono de voz, me doy cuenta de que no vas a concederme una oportunidad para redimirme. De que quieres castigarme. Bien, acepto el castigo. Durante un rato.
  • Lu Vargashar citeratför 5 år sedan
    conseguir.

    –Te voy a dar un consejito, Maravilla con Alas. No es bueno amenazar a la mujer a la que quieres seducir –dijo Annabelle.

    Entonces, él alargó el brazo y le pasó un dedo con suavidad por la clavícula.

    –Si amenazándote puedo salvarte la vida, lo haré. Y cumpliré mi amenaza. Será mejor que lo sepas desde el principio para evitar llantos más tarde.
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