Sobre tu cadáver

A veces la decisión correcta es la más dolorosa

Ella me mantenía cuerdo y ya no estaba. Me había perdido más rápida y completamente de lo que creía posible.

Y sería mucho peor antes de que acabara.

Lo que quiero decir es que la vida es trabajo, dolor, pruebas, y eso es lo que hace que valga la pena vivirla.

La muerte era la mayor paz que había conocido, la mayor calma que había sentido, los cuerpos sin vida eran silenciosos, inmóviles y perfectos. Nunca me sentí más a gusto, más en paz, que cuando todo a mi alrededor estaba muerto

–La felicidad es tan mala como la tristeza. La mayor parte de mi vida ni siquiera supe qué era la felicidad, ni la alegría, ni nada más. Los sentimientos eran difíciles para mí, buenos o malos, y era más sencillo simplemente no sentir nada para evitar las complicaciones.

Necesitaba ser mejor. Si eso significaba que tenía que sentir más dolor, más culpa, entonces eso es lo que tenía que hacer.

¿Qué daría solo por desaparecer de vuelta en el camino? Por levantar mi pulgar y marcharme otra vez, dejando tan solo un vago recuerdo de “esos chicos raros que fueron a la iglesia”.

No podía simplemente abrirme camino a la paz cometiendo asesinatos.

No me toques –dije alejándome de su mano–. ¿Por qué todas insisten en intentar tocarme?

–Porque eso es lo que hacemos los humanos cuando estamos tristes –respondió Brooke–. Nos consolamos entre nosotros.

ahora, ¿de acuerdo?

–Tú me abrazas cuando lo necesito