Agotado el fordismo como forma particular de obtención del plusvalor relativo, desde mediados de los años ochenta del siglo anterior, estamos presenciando una revolución del proceso laboral con base en la automatización del trabajo mental que se sustenta en las computadoras aplicadas a la producción, lo que constituye una primera hipótesis. Además se han refigurado las condiciones generales objetivas del proceso social de producción con los importantes cambios tecnológicos, base de una segunda hipótesis.