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La isla del doctor Moreau, Herbert Wells
es
Böcker
Herbert Wells

La isla del doctor Moreau

  • pamela130897har citeratför 3 månader sedan
    pero sólo un hombre es capaz de mentir.
  • R Güemeshar citeratför 4 månader sedan
    Creo que es allí, en las vastas y eternas leyes de la materia, no en las preocupaciones, en los pecados y en los problemas cotidianos de los hombres, donde lo que en nosotros pueda haber de superior al animal debe buscar el sosiego y la esperanza.
  • R Güemeshar citeratför 4 månader sedan
    Anteriormente, aquellos monstruos habían sido bestias, con sus instintos perfectamente adaptados al entorno, y eran felices como cualquier ser vivo.
  • R Güemeshar citeratför 4 månader sedan
    interacción de instinto, razón y destino en su más simple expresión
  • R Güemeshar citeratför 4 månader sedan
    tenía ante mí, en aquel preciso instante, el perfecto equilibrio de la vida humana en miniatura, la perfecta
  • R Güemeshar citeratför 4 månader sedan
    El estudio de la naturaleza vuelve al hombre tan cruel como la propia naturaleza
  • R Güemeshar citeratför 4 månader sedan
    Pero cuando el sufrimiento halla una voz y nos pone los nervios de punta, la compasión llega a ser una molestia
  • Mia Vegahar citerati fjol
    es mi intención añadir nada más a lo ya escrito sobre la desaparición del Lady Vain. Como todo el mundo sabe, la nave colisionó con un pecio diez días después de abandonar Callao. El bote salvavidas, con siete tripulantes, fue encontrado ocho días más tarde por el cañonero Mirtle, y el relato de sus tremendas penurias se ha hecho tan famoso como el aún más terrible caso del Medusa. Sin embargo, me toca ahora añadir a la historia del Lady Vain otra igualmente terrible y aún más extraña. Hasta el momento se ha creído que los cuatro hombres que viajaban en el bote perecieron, pero no es cierto.
    Tengo la mejor de las pruebas para hacer esta afirmación: yo era uno de esos hombres.
    En primer lugar, debo explicar que nunca hubo cuatro hombres en el bote; éramos tres. Constans, «a quien el capitán vio saltar a la lancha» (Daily News, 17 de marzo, 1887), afortunadamente para nosotros aunque desgraciadamente para él, no consiguió alcanzarnos. Descendía entre la maraña de cabos bajo los estays del destrozado bauprés; una cuerda se le enredó en el tobillo en el momento de saltar y quedó por un instante colgando cabeza abajo; luego cayó y chocó contra un motón o un palo que flotaba en el agua. Remamos hacia él, pero no
  • Jośe Carrasco Amadorhar citeratför 4 år sedan
    El estudio de la naturaleza vuelve al hombre tan cruel como la propia naturaleza
  • Carlos. J. B.har citeratför 5 år sedan
    Ni yo mismo parecía un ser normal, sino un animal atormentado que quisiera vagar para calmar algún trastorno del cerebro, como una oveja enferma.
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