En esta obra el Padre Isla nos presenta a fray Gerundio, una suerte de don Quijote eclesiástico a través del cual Isla pone de manifiesto los aspectos más ridículos de la predicación culterana de la época.
En este segundo tomo somos testigos del aprendizaje de las artes por parte de Fray Gerundio y de sus complicaciones para estudiar y entender filosofía, dificultad que no detiene a Fray Gerundio y le permite continuar progresando en el mundo de la predicación.
José Francisco de Isla (1703–1781), conocido como el Padre Isla, fue un crítico e historiador español de la orden de los jesuitas. Estudió teología y filosofía en Salamanca y ejerció como profesor en Segovia, Santiago de Compostela y Pontevedra, actividad que compaginó con la predicación. A partir de 1752 se le permite dedicarse exclusivamente a la creación literaria y en 1767 se ve obligado a huir de España al decretarse la expulsión de todos los jesuitas y se traslada a Italia.
Es reconocido por sus escritos satíricos y cargados de humor, habilidades con las que criticaba ciertos aspectos de su época.