Fruto de su tormentosa relación con Regine Olsen y de sus meditaciones sobre el amor, el Diario de un seductor es, con seguridad, la obra que más fama ha reportado a Sören Kierkegaard (1813–1855). Pequeño tributo a la figura del seductor de la novela decimonónica, el «Diario» narra la relación entre Juan, «el seductor» —ducho en las artes del engaño y la manipulación— y la joven e ingenua Cordelia. Sin embargo, más allá de la trama literaria, abundar en la psicología del seductor no es sino un bello recurso que el filósofo danés utilizará para reflexionar sobre el «hombre estético». A saber, el hombre que atrapado por la fuerza de la inmediatez y el goce sensual vaga por la vida víctima de sus instintos y sin poder ver en lo que le rodea nada más que un medio para satisfacer sus apetencias.