No abandonarse en el autocompadecimiento, no lamentar la pérdida de lo que ya no se tiene, sino, con valentía, mirar hacia adelante. A este lema le he sido fiel hasta hoy en día y así, tras un largo y sinuoso camino, he vuelto a la vida.
Como puede suponerse al leer el título de mi libro, tras el golpe que me propinó el destino he tenido que aprender muchas cosas de nuevo, y ésta no ha sido una experiencia nada fácil. Pero me he enfrentado a mis problemas y, aunque a pequeños pasos, he avanzado hacia adelante. Después de algunos años, estando ya totalmente recuperado, encontré en el momento y lugar oportunos una nueva posibilidad de incorporación al mundo laboral, la cual fue el comienzo de una carrera profesional con la que yo nunca hubiera soñado.