La vida humana es una historia de amor y de pasiones inconclusas, donde situaciones inverosímiles terminan siendo irremediablemente ciertas.
El pasado de nuestros ancestros nos pertenece. De ese crisol venimos. Y por supuesto, lo que ellos vivieron y cómo lo afrontaron para brindarnos la oportunidad de nacer, nunca aparecerá en los libros de Historia.
Víctor Labrador, un timonel extraviado que detrás de un sueño atraviesa el mundo intentando demostrar lo indemostrable, vive sus pasiones inconclusas al ritmo huracanado de los acontecimientos históricos recientes.
A la hora del chocolate con pandebono que se publicó hace algunos meses en esta misma editorial y que tuvo excelente acogida, es parte de esta saga.
La saga es circular (termina donde empieza), y su columna vertebral deja esbozadas las historias que vendrán después.
El narrador -que explora un estilo hipnótico y estimula la imaginación del lector para que cada uno lea un libro distinto— saca a flote lo mejor y lo peor de cada personaje de manera imparcial, sin justificarlo ni comprometerse con él. Y “con un humor fino e irreverente nos transporta a la cruda realidad que hemos vivido los pueblos latinoamericanos desde nuestra «emancipación”. Una saga «para que los lectores maduros recuerden, los jóvenes aprendan, y ambos reflexionen”. Y si “alguien dijo que el humor es cosa seria”, esta saga «demuestra plenamente la exactitud de esa afirmación”.
(Apartes de la opinión de Enrique Hernández, lector de A la hora del chocolate con pandebono )
Es una obra de colores fuertes, climas ardientes y datos precisos, donde cada capítulo -como recurso psicológico especular— empieza con la frase final del que le precede. La agilidad de la narración se interrumpe con frases contundentes que resumen lo anterior, permitiendo que el lector descanse y reflexione sobre lo leído.
El libro que ofrecemos hoy, El timonel extraviado, es la primera parte de esta saga que el autor empezó a bordar en su infancia.