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Al oeste de Roma, John Fante
es
Böcker
John Fante

Al oeste de Roma

«John Fante puede ser todavía un desconocido para muchos, pero, si llega a leer una sola de sus obras, es imposible olvidarlo y no seguir con todas las demás» (Manuel Hidalgo, El Mundo).
La vida no sonríe a Henry Molise en California, muy al oeste de la alegre Roma con que fantasea en los momentos más depresivos. Escribió de joven novelas prometedoras y luego entró con buen pie en Hollywood. Pero tiene ya cincuenta y cinco años y el negocio del cine anda mal; quiere escribir algo decente y no puede, y mantiene a una familia que sólo le da disgustos. Para colmo, se cuela en su casa un perro repelente y peligroso, al que bautizan Idiota, que acaba cambiando la vida de la familia. «Mi perro Idiota» complementa las otras dos novelas sobre Molise, La hermandad de la uva (1977) y Un año pésimo (inédita hasta 1985). No revuelve, como las otras, los temas de la autoridad paterna, el fracaso personal y los lazos familiares. La figura paterna es aquí el propio Molise y la historia se cierra con dos metáforas del amor. Al oeste de Roma se completa con «La orgía», sobre la iniciación a la vida de un niño que es testigo de las picardías de dos albañiles.
mer
173 trycksidor
Ursprunglig publicering
2010
Utgivningsår
2010
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👍👎

Intryck

  • b6012005981delade ett intryckför 4 år sedan

    Ameno, fluido, divertido, me sacó del bloqueo lector.

  • Tess Pedrodelade ett intrycki fjol
    👍Värt att läsa
    🚀Sidvändare

Citat

  • Tess Pedrohar citerati fjol
    Todo, todo se había perdido. Aquellos no eran mis hijos. Sólo eran cuatro espermatozoides varados en alguna oscura trompa de Falopio.
  • Tess Pedrohar citerati fjol
    Escribir guiones era más fácil y daba más dinero, ya que aquella subliteratura unidimensional sólo exigía del escritor que tuviera a los personajes en movimiento. La fórmula era siempre la misma: pelear y copular. Al terminar se lo dabas a otros, que lo hacían trizas para hacer una película con los restos
  • Tess Pedrohar citerati fjol
    Era el típico día que torturaba a un escritor, tan hermoso que tenía la certeza de que le despojaría de ambición y sofocaría cualquier idea nacida de su cerebro.

I bokhyllorna

  • Editorial Anagrama
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