—Dice que el problema le corresponde al Gobierno y que no se puede aceptar a millones de inmigrantes, hay que preservar el país que tenemos y nuestros valores. Pero entiende que separar a los niños de los padres es horrible, no puede ni imaginar lo que haría si le quitaran a un hijo. Dice que eso es totalmente antiamericano.
—Está equivocado, es más americano de lo que se cree, Selena. A los esclavos les arrebataban a los hijos y los vendían. A las tribus americanas les quitaban a los niños para «civilizarlos» en espantosos orfelinatos del Estado. Miles de esos niños murieron de enfermedades contagiosas y desnutrición, no hay ni tumbas con sus nombres.
—Cierto, Samuel. Aquí los niños son sagrados solo cuando son blancos.