Tu buen amor propio

para ser realmente tú mismo, has de olvidarte de ti mismo.

Es importante que aprendas a distinguir entre pensamiento, imaginación y sentimiento. El pensamiento y el sentimiento conviene que vayan de la mano. ¿Y la imaginación? Es la “loca de la casa”.

Tienes que ser consciente de lo que te enfada. Tienes que ser consciente de cómo reaccionas. Y trata de controlar ambas cosas.

Haz que los que están a tu lado se sientan acompañados.

Humillar es la venganza del soberbio. Nunca humilles a nadie.

Dices que no tienes voluntad. ¿No será que te interesa “no tenerla”?
Sabes que la frase «no tengo nada que hacer», en el fondo, no es verdad. No adormezcas tu voluntad

Con los dos tipos de medios: «A Dios rogando, pero con el mazo dando».

Los cuerpos que aparecen en las revistas de moda no siempre son reales. ¡Photoshop hace milagros!

La genética ha determinado tu sexo. Ten un sano orgullo de ser mujer u hombre. Enorgullécete de lo que eres y saca lo mejor.

Un hombre que amaba con locura la libertad aconsejaba: «Hay que ir por la vida con la ropa limpia, con el cuerpo limpio y con el alma limpia».