El príncipe Alain Phineas, Finn, le entregó su amor a Juliet Villere… y ella le traicionó. A pesar del deseo que aún sentía por ella, Finn no iba a volver a dejarse llevar por sus sentimientos, ni siquiera cuando una casamentera eligió a Juliet como la pareja perfecta para él.
Entonces, el destino, personificado en los miembros de la familia real, decidió intervenir en su relación. Atrapados en una hermosa isla, tendrían que permanecer cautivos hasta que Finn fuera capaz de convencer a Juliet de que se casara con él, terminando así con un enfrentamiento que duraba ya mucho tiempo.