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Jacques Philippe

Elogio de la pereza / El instante presente

  • juan diego esquivias padillahar citeratför 13 dagar sedan
    Leemos en el libro del Éxodo que Jehová llamó a Moisés a la montaña. Moisés subió a la montaña y penetró en la nube que cubría la cúspide. Esperó la voz divina, pero Dios no habló.
    Moisés esperó una hora entera, esperó un día; Dios no hablaba. Esperó otro día; Dios guardaba silencio. Un tercer día, un cuarto día, Moisés esperó toda una semana. El séptimo día, Dios habló.
    No se hace venir a Dios como se llama a un ordenanza. Para oír la voz de Dios hay que saber esperar. Moisés esperaba sobre la montaña; ¿qué hacía entonces en aquel momento? Nada; esperaba. ¿Era que no tenía nada que hacer? ¡Ya lo creo! La Historia no lo oculta: apenas se alejaba, todos esos judíos, en la llanura, se peleaban. Moisés, sin embargo, se queda en la montaña; se queda, pierde el tiempo, según el lenguaje de hoy: se queda porque espera la voz de Dios.
    El séptimo día, Dios habla.
    ¿No oís nunca la voz de Dios? Si vosotros hubierais subido a la montaña, a la media hora hubierais dicho: «Esto no vale», y hubierais vuelto a bajar.
    Tengo una devoción especial por el anciano Simeón, porque había llegado al límite de la edad, nos dice el Libro Santo, esperando la consolación de Israel. Y la reconoció cuando sus padres lo trajeron al templo, la reconoció en el Niñito tan sencillo en el que los demás no veían nada… Y los Magos, ¿creéis que hubieran visto la estrella si no se hubieran quedado a veces en la azotea de su casa mirando al cielo?
  • juan diego esquivias padillahar citeratför 14 dagar sedan
    ¿Os habéis fijado que no hay ni un detalle del Evangelio del que se pueda colegir que Jesús haya tenido nunca prisa?
  • Juan Camilo Medinahar citerati fjol
    Cuando vivimos de acuerdo con este tiempo interior, experimentamos cómo nada está dejado al azar. Aunque caminemos a menudo en la oscuridad y lo desconocido, presentimos y constatamos que nuestra vida transcurre según un ritmo que nos excede y no dominamos, pero en el que nos abandonamos gustosos; que nos lleva más allá de nosotros mismos, pero en el que todos los acontecimientos discurren de acuerdo con una sabiduría infinita.
  • Juan Camilo Medinahar citerati fjol
    Creo que los santos han descubierto este tiempo interior, logrando asumirlo. Para ello es necesaria una inmensa libertad, un total desprendimiento de cualquier plan o voluntad personal. Es preciso estar dispuestos a hacer en el segundo siguiente lo contrario de lo que habíamos previsto; vivir el más completo abandono, sin inquietud y sin temor; no tener otro anhelo que cumplir la voluntad de Dios; estar siempre disponibles a personas y acontecimientos.
  • Juan Camilo Medinahar citerati fjol
    podríamos decir que hay dos modalidades de tiempo: el tiempo de la cabeza y el del corazón. El primero es el tiempo psicológico, el tiempo cerebral; el que nos representamos, calculamos y repartimos en horas y días; el que intentamos manejar y programar. Ese tiempo que siempre nos falta y del que nunca tenemos suficiente; el tiempo que o bien pasa demasiado deprisa, o bien demasiado despacio. Pero existe también otro tiempo: ese que experimentamos en ciertos momentos de dicha o de gracia, pero que en el fondo existe siempre; el tiempo en el que deberíamos aprender poco a poco a instalarnos de modo permanente. Este tiempo es el tiempo de Dios, el de los hondos ritmos de la gracia en nuestra vida.
  • Juan Camilo Medinahar citerati fjol
    un corazón habitado por la inquietud y la preocupación no se encuentra disponible para nadie y es incapaz de hacer de cada encuentro un momento de verdadera comunión del que el corazón salga contento.
  • Juan Camilo Medinahar citerati fjol
    corazón habitado por la inquietud y la preocupación no se encuentra disponible para nadie y es incapaz de hacer de cada encuentro un momento de verdadera comunión del que el corazón salga contento.
  • Juan Camilo Medinahar citerati fjol
    7. LA DISPONIBILIDAD HACIA EL OTRO

    Es este un aspecto fundamental en lo tocante a las relaciones de unos con otros. En cada encuentro con una persona, sea cual sea su duración, debemos transmitir la sensación de estar disponibles en ese momento al cien por cien, y de no tener ninguna preocupación ni otra cosa que hacer que estar con esa persona y vivir con ella lo que haya que vivir en ese instante, todo el tiempo que haga falta.
  • Juan Camilo Medinahar citerati fjol
    Incluso cuando me dedico a algo insignificante, sería un error hacerlo a toda prisa, con la impresión de estar perdiendo el tiempo, para pasar lo antes posible a una actividad que considero más importante. Desde el momento en que una cosa, por banal que sea, es necesaria y forma parte de la vida, merece ser cumplida por sí misma, es decir, estando plenamente presentes en ella
  • Juan Camilo Medinahar citerati fjol
    . Si no me instalo debidamente en el hoy, dejo pasar determinadas gracias. Hay que vivir plenamente cada instante, sin preocuparnos por saber si el tiempo pasa demasiado deprisa o demasiado lento, y aceptando cuanto llega hasta mí un momento detrás de otro
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