En 1732, Franklin comenzó a publicar El Almanaque del Pobre Richard, en el cual construyó una imagen basada en la ideología del pueblo estadounidense sobre máximas como “un centavo ahorrado es un centavo ganado”, entre otras que se han vuelto inmemoriales. El ensayo El Camino hacia la Riqueza se publicó en ese almanaque, causando gran furor en la época, y se hizo legendario.
En este pequeño libro, nos planteamos sumar otros cuatro ensayos de Benjamín Franklin, por la grandiosidad de su filosofía, humor y belleza argumentativa.
En sus Observaciones sobre los salvajes de Norteamérica, Franklin nos enseña sobre la igualdad entre todos los seres humanos; en Nosotros somos espíritus, nos trae su visión sobre la muerte, en un escrito construido bajo la forma de carta dedicada a una persona en luto; en su El arte de buscar sueños placenteros, muestra un lado ingenioso, enseñando algo fundamental a la salud: dormir bien; finalmente, como si cerrara un ciclo, termina con Consejo a un joven empresario, donde también escribe sus ideas en forma de carta, esta vez adquiriendo la voz de uno experimentado a un joven principiante. Este último ensayo viene a complementar el primero.