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Ramiro Calle

El Yoga contado con sencillez

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  • LupIsishar citeratför 2 år sedan
    • Hay que irse reeducando para evitar el aferramiento a la acción o a sus resultados; trabajar sin obsesiones ni preocupaciones. Declaraba Vivekananda: «Sed desapegados; dejad que las cosas actúen, que actúen los centros cerebrales; actuad incesantemente, pero que ni una sola onda conquiste la mente. Trabajad como si fuerais en esta tierra un viajero. Actuad incesantemente, pero no os liguéis; la ligadura es terrible». Otros yoguis declaran: «Que tus manos estén en la obra, pero tu mente en el Ser»
  • LupIsishar citeratför 2 år sedan
    • El proceso debe considerarse tan importante y fuente de inspiración y aprendizaje –como la meta o el resultado–, si no más. Hay que ir aprendiendo a disfrutar del proceso y concederle su peso específico a cada uno de sus momentos
  • LupIsishar citeratför 2 år sedan
    • Si uno hace lo mejor que pueda en cualquier momento y circunstancia, los resultados vendrán –si tienen que hacerlo– por añadidura, pero no servirá de nada preocuparse, querer forzar los acontecimientos, compungirse u obsesionarse. Hay que aprender a no dejarse encadenar por la acción ni por sus resultados, y descubrir así que se puede obrar por amor a la obra
  • LupIsishar citeratför 2 år sedan
    Entre todas las actividades, valorar primordialmente la genuina amistad y las óptimas relaciones con las otras criaturas.
    Como declaraba Buda, «las cuatro partes de la vida deben ser la amistad»
  • LupIsishar citeratför 2 år sedan
    El tantra-yoga es un yoga para transformar y reorientar sabiamente todas las energías, y no sólo las sexuales e instintivas, sino también las emocionales y mentales. Se trata de reunificar las energías, incluidas las sexuales, y ponerlas al servicio de la búsqueda interior y la elevación de la conciencia
  • LupIsishar citeratför 2 år sedan
    El tantra-yoga insiste en la necesidad de incorporar y no rechazar, y en servirnos del deseo como instrumento y desafío para lograr la apertura de la conciencia, la ecuanimidad y la lucidez imperturbable. Hay algunos adagios en el tantra-yoga que merecen ser recordados: «El mismo suelo que te hace caer es en el que tienes que apoyarte para levantarte»; «La misma espada que te quita la vida te la puede salvar», o «Lo que a unos debilita, a otros fortalece». Nos enseña a acceder al deseo en forma consciente o, cuando proceda, a conscientemente suprimirlo o recanalizarlo, pero evitando la represión. El deseo, consciente y bien dirigido, se convierte así en el «tigre» sobre el que se puede cabalgar, en la carrera hacia la realización de sí; pero si el tigre nos descabalga, en el acto nos devora
  • LupIsishar citeratför 2 år sedan
    Cuerpo y mente se corresponden. El cuerpo es el vehículo de la mente y es un instrumento precioso. En tanto podamos mantenerlo sano, equilibrado y armónico, hay que tratar de conseguirlo para ponerlo al servicio del bienestar integral y de la búsqueda de la paz mental. Por eso el cuerpo debe ser cuidado, atentido sabiamente, ejercitado y armonizado, evitando que envejezca prematuramente, si bien antes o después tenderá a declinar, porque así es su naturaleza. Hay que atender esmeradamente el cuerpo, pero no apegarse a él, pues antes o después tendrá que ser abandonado. Por eso los yoguis prestan tanta atención y cuidado a la corporeidad, y la utilizan como herramienta liberatoria, pero no se obsesionan con el organismo
  • LupIsishar citeratför 2 år sedan
    Potencialmente, todo ser humano es sabio y compasivo, pero es necesario activar ese poder y desplegarlo.
  • LupIsishar citeratför 2 år sedan
    Hay una técnica de autoconocimiento en el gnana-yoga que se llama vichara, término que puede traducirse como autoindagación o averiguración de sí, y se centra en tratar de responder –no en forma intelectual, sino vivencialmente– a la pregunta: ¿quién soy yo?
  • LupIsishar citeratför 2 år sedan
    Hay que actuar, pero también saber dejar de hacerlo: conectar y desconectar, hacer y saber parar. De otra manera, uno se aliena y agita, y finalmente ni siquiera la acción prevista puede ser hecha con conciencia y destreza. Porque la conciencia se embota, y entonces la acción ya no es una herramienta yóguica para el crecimiento, sino una adormidera psíquica y una fuente de agotamiento y enajenación
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