Poncio Pilato

¿cuál fue en verdad el papel de Pilato? ¿El de un déspota?, ¿un cómplice?, ¿un inepto?

¿A quién se le atribuía la «responsabilidad» de la cruz? ¿Fueron los judíos —el pueblo «deicida» del cristianismo más intransigente— o los romanos quienes quisieron la muerte de Jesús?

Nos hallamos en la encrucijada entre dos religiones que han llegado a acumular recursos ingentes a lo largo de los milenios: intelectuales, morales, identitarios.

El juicio sobre su proceder —ni siquiera unívoco en el recuerdo cristiano—, así como sobre el peso que ejercieron en él las contingencias del momento, ha provocado a lo largo de los siglos enfrentamientos y disputas sin término, que condensan universos enteros de valores e ideas —tampoco hoy deja de hacerlo—.

De todos ellos, fue Pilato quien desempeñó el papel decisivo. Suya será la última palabra sobre el destino del prisionero.

Pero es algo que, en nuestro caso, no tiene tanta importancia, pues creo que también está fundada la hipótesis que afirma que un relato escrito y bastante pormenorizado de la muerte de Jesús —que conjugaba diversas fuentes y testimonios— antecedería a las versiones que encontramos bajo el nombre de los cuatro evangelistas, imponiendo en cierta medida su modelo.

Voces autorizadas2 han sostenido que los textos evangélicos —más allá de su autenticidad histórica— no se pueden emplear sumando sus núcleos biográficos para construir un relato unitario de la vida de Jesús, y que se impondría elegir, en particular el Evangelio de Juan por delante de los así llamados sinópticos.

No es ningún trauma que interrumpa un camino, sino un acontecimiento que lo lleva a cumplimiento y lo perfecciona, y que lo proyecta hacia la eternidad.

¿Qué sería de la historia de Occidente sin el recuerdo de Abraham, de Moisés o de Jesús? ¿Y del mundo árabe y de la civilización oriental sin el recuerdo de Mahoma y de Buda?

Sus ficciones no implican necesariamente falsificaciones, sino que tienden más bien a modificar las redes de circunstancias que rodean los hechos desnudos.