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Iván de la Nuez

Teoría de la retaguardia

  • Luz Mediehar citeratför 4 år sedan
    falta de modelos culturales, se impone la apuesta por las marcas. A falta de políticas, lo dejamos todo en mano de las finanzas. Y a falta de valores contemporáneos, nos aferramos a aquellos que parecen inamovibles (con su sobredosis de cultura “clásica” que garantice las colas a la puerta del museo cuando la taquilla flaquea).
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeratför 4 år sedan
    Paul Lafargue en El derecho a la pereza.
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeratför 4 år sedan
    Ante esta apoteosis de rastros y señales, es posible intuir, a contracorriente, una mutación en la condición del artista que conoció Michaux. Así que, tal vez, ahora los artistas más interesantes sean aquellos que se apresuran a borrar su rastro. Esos que no nos interpelarían de manera obsesiva y que, de paso, eliminarían sus huellas para que no pudiéramos encontrarles.
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeratför 4 år sedan
    Eudald Carbonell está convencido, al respecto, de que el capitalismo también desaparecerá en este sigl XXI. Lo curioso es que no será por medio de una revolución, sino debido a un proceso de “muerte térmica”.
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeratför 4 år sedan
    Siempre y cuando exceptuemos a un anticoleccionista furibundo, como Onetti, o al detective Carvalho, de Vázquez Montalbán (tipos sin remordimientos a la hora de tirar o quemar libros), la verdad es que este dilema ha martirizado a mucha gente.
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeratför 4 år sedan
    Cuando nos ponemos serios, se nos aparecen Aby Warburg, André Malraux o George Didi-Huberman. De vuelta a la ligereza, en la telaraña ambigua de la siesta, nos conectamos con teleseries como Bones, superventas como El código Da Vinci, dibujos animados como Los Simpson, o inclasificables como ese Museo Coconut, tan mordaz, tan castizo y tan cafre.
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeratför 4 år sedan
    el siglo XXI, algunos artistas parecen suspirar por lo contrario: “¡El arte también es una ficción!”.

    O un generador de mundos imaginarios, un asunto novelesco, el cuento sin fin de una simbiosis que está dinamitando la tradicional distancia entre escritores y artistas visuales, así como el mutuo desprecio que antes pudieran profesarse.

    Ahí está, para probarlo, el intercambio entre los escritores contemporáneos y los artistas emanados de sus ficciones: Paul Auster y su Maria (¿o era Sophie Calle?), Patrick McGrath y su Jack Rathbone, Ignacio Vidal-Folch y su Kasperle, Roberto Bolaño y su Edwin Jones, Álvaro Enrigue y su Sebastián Vacca, Javier Calvo y su Matsuhiro Takei, César Aira y su Karina; Grégoire Bouillier y su, otra vez, Sophie Calle;
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeratför 4 år sedan
    Nunca real y siempre verdadero.”
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeratför 4 år sedan
    En todo esto repica una constante conservadora. A fin de cuentas, como anticipó Oscar Wilde, no regresamos al origen porque el pasado sea mejor, sino porque no podemos cambiarlo.
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeratför 4 år sedan
    Desde esa cronología curricular, el arte solo puede configurar “el peligro sin el peligro”, tal como definía José Lezama Lima las epifanías que no alcanzaban a serlo del todo.
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