es
Böcker
Mario Benedetti

La noche de los feos

  • Brenda Isela Vázhar citeratför 4 år sedan
    «Usted se siente excluida del mundo, ¿verdad?»

    «Sí», dijo, todavía mirándome.

    «Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida.»
  • Eugenia Altamirano Gamahar citeratför 4 månader sedan
    Por fin entramos. Nos sentamos en filas distintas, pero contiguas. Ella no podía mirarme, pero yo, aún en la penumbra, podía distinguir su nuca de pelos rubios, su oreja fresca, bien formada. Era la oreja de su lado normal.
  • Jackie R.har citeratför 5 månader sedan
    Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida
  • Jackie R.har citeratför 5 månader sedan
    Mi animadversión la reservo para mi rostro, y a veces para Dios.
  • Iván Rodríguez Cruzhar citeratför 3 år sedan
    «Sí», dijo, todavía mirándome.

    «Usted admira a los hermosos, a los normales. Usted quisiera tener un rostro tan equilibrado como esa muchachita que está a su derecha, a pesar de que usted es inteligente, y ella, a juzgar por su risa, irremisiblemente estúpida.»

    «Sí.»

    Por primera vez no pudo sostener mi mirada
  • Angel Aldanahar citeratför 4 år sedan
    Hablamos largamente. A la hora y media hubo que pedir dos cafés para justificar la prolongada permanencia. De pronto me di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba traspasar la sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía. Decidí tirarme a fondo.
  • Diana Martínez Maldonadohar citeratför 4 år sedan
    Ella guardó el espejo y sonrió. El pozo de la mejilla cambió de forma.

    «Un lugar común», dijo. «Tal para cual.»
  • rmirandamacielhar citeratför 4 år sedan
    Mi animadversión la reservo para mi rostro
  • R Güemeshar citeratför 4 år sedan
    Lloramos hasta el alba. Desgraciados, felices. Luego me levanté y descorrí la cortina doble
  • R Güemeshar citeratför 4 år sedan
    De pronto me di cuenta de que tanto ella como yo estábamos hablando con una franqueza tan hiriente que amenazaba traspasar la sinceridad y convertirse en un casi equivalente de la hipocresía.
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