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Böcker
Isaac Bashevis Singer

Una ventana al mundo

  • Adal Cortezhar citerati fjol
    ¿De qué se lamenta? Así es la humanidad, la joya de la creación. Mi teoría es que todos los hombres son nazis. ¿Qué derecho tenemos para asesinar un ternero y comérnoslo? Quien tiene el cuchillo corta el melón. Es exactamente lo que creía Hitler: el poder es la razón. Y en cuanto a Dios, es el más nazi de entre los nazis. El archihitleriano. Tiene más poder que nadie, así que tortura a todo el mundo. Ya ve, no soy un no creyente. La gehena existe, claro que sí. ¿Por qué la gente iba a sufrir solamente en la tierra? Son torturados en la otra vida también. Dios tiene su propio Treblinka, con demonios, trasgos, diablos y ángeles de la muerte. Queman a los pobres pecadores o los cuelgan de la lengua o de los pechos. Todos los detalles están ahí, en «La vara del castigo». Pero el paraíso no existe. En todo lo que tiene que ver con la muerte soy un verdadero hereje.
  • Adal Cortezhar citerati fjol
    Por lo que a mí respecta, como si reza desde que amanece hasta que se pone el sol. Siga adulando a Dios, dígale lo fabuloso que es, lo bueno, lo misericordioso que es, y le preparará un segundo Hitler. Ya lo están preparando. América les está enviando aviones. Un día les entregarán también la bomba atómica. Con sus impuestos, Reb Berish, se está rearmando Alemania. Esa es la verdad.
  • Adal Cortezhar citerati fjol
    Los nazis no recibieron su merecido, Reb Berish. Estuve en Múnich tras la guerra. Estaban todos allí, sentados en una enorme cervecería, colorados y gordos como cerdos, trasegando cerveza y cantando canciones nazis como desatados. Alardeaban abiertamente de la cantidad de judíos que habían quemado, gaseado, enterrado vivos, y de a cuántas chicas judías habían violado. Tendría que haber oído cómo se reían. América les enviaba miles de millones de dólares y se llenaban el gaznate de bayerisches y se zampaban sus weisswurst. Las panzas casi les reventaban de placer.
  • Adal Cortezhar citerati fjol
    ¿A quién le reza? ¿Al Dios que hizo a Hitler y le otorgó la capacidad de asesinar a seis millones de judíos? ¿O quizás al Dios que creó a Stalin y le permitió liquidar a otros diez millones de víctimas? En serio, Reb Berish, no va a conseguir engatusar al Señor del Universo con un par de filacterias. Es un hijo de puta de primera categoría y un terrible antisemita.
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