Te dejo una lista de ideas de cosas para hacer a solas:
Coger un libro e ir a tomarte un café en una terraza al sol. Cuando estés allí, trata de disfrutar de la temperatura, de la luz, de lo que te estés tomando, del libro. Mira a la gente que pasa y juega a imaginarte adónde van y ríete de ti misma con las historias que te montas en la cabeza. No leas únicamente, disfruta de ese momento.
Poner a todo volumen la música que bailabas en tu adolescencia (o con auriculares) y volver a bailarla sin estar pensando en si lo haces bien o mal. Cierra los ojos si eso te hace sentir menos vergüenza de ti misma (cuidado con los picos de las mesas y estanterías).
Dedicarte una tarde de autocuidado: hazte una mascarilla facial, la manicura y pedicura, masajéate con la crema que más te guste, ponte una mascarilla en el pelo… Cuida cada parte de ti, pero de verdad. Ponte la crema con cariño, hazte la manicura despacio, péinate con tranquilidad… Hazlo todo con amor.
Vestirte como más bonita te sientas e ir a ver un monólogo. Siéntete una mujer independiente, empoderada, decidida. Sal ahí a reírte sola.
Ir a ver una película de comedia al cine. Probablemente uno de los retos más difíciles, ya que ir al cine suele hacerse en compañía. Si necesitas dejarlo para el final, está bien. Especifico «comedia» porque creo que el drama ya viene solo, soy muy partidaria de que todo lo que podamos elegir nos dé buen rollete (monólogos, series, música, películas…). Con lo sensible que soy y lo mucho que lo absorbo todo, me sería muy difícil ser feliz viendo películas tristes, series de drama y escuchando música melancólica, la verdad. Cuando estoy triste y me apetece escuchar música dramática (que ya tiene tela), pienso: «No, tía, no, que tampoco es cuestión de meter el dedo en la llaga», y no me dejo ponérmela. Total, no me va a hacer sentir mejor, si yo lo sé, lo tengo muy comprobado. Pero, bueno, que puedes ver la película que quieras.
Hacer una de esas recetas que guardas para hacer «algún día»: baja al supermercado, compra lo que te haga falta para llevarla a cabo y hazla, pero con cariño. Prepárala con tranquilidad, con paciencia y lo mejor que puedas, no con prisa por ver el resultado.
Auriculares, música, elegir la ropa de deporte que más te favorezca y salir a caminar o a correr. Cuando estés en ello, disfruta de la música que escuchas, ponte canciones animadas para cuando cojas más