El Diario de Ana Frank

«Todas esas cosas carecen de importancia cuando podemos salvar a alguien»

Me maravilla saber que alguien puede hacer cosas tan hermosas con sus manos.

no hay que denominarlo el principio del fin. Yo más bien diría que es el fin del principio»

No me reproches, recuerda que yo también puedo estar a veces a punto de estallar.

En ocasiones se me ocurre que Dios quiere ponerme a prueba, no sólo ahora sino también más tarde: debo hacerme buena mediante mi propio esfuerzo, sin ejemplos, con el fin de ser más adelante la más fuerte.

Domingo 21 de junio de 1942

Pero, al lado de él, ¡cómo me gustaría apoyar la cabeza en su hombro y quedarme quieta!

Las personas libres jamás podrán imaginar lo que los libros significan para quienes están escondidos. Libros, y más libros, y la radio...
Esa es toda nuestra distracción.

Si Dios me deja vivir, iré mucho más lejos que mamá. No me mantendré en la insignificancia, tendré un lugar en el mundo y trabajaré para mis semejantes.

Es abuelita quien me guarda y me protege, y quien me devuelve mi alegría. Pero hay otro que domina todo mi ser.