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Gioconda Belli

Gioconda Belli

En esta antología abunda la imagen corporal, pelo, boca, curvas pero sobre todo, pliegues, hondonadas, hormonas que irrigan los nervios y los hacen recorrer toda esa geografía de sueños e instintos, forjada de soplidos y taladros de amor en una mujer orgullosa de su sexo que celebra día a día. Sinuosidades, reverberaciones, miembros descuadernados, barrunto de señas identitarias: habla la alfarera de sí, sexo acezante, embalaje horadado por afectos familiares genuflectos que desembocan en la amplia geografía pulsional de un país, de un continente -historias varias, diferendos amorosos, eróticos, filiales, maternales, etapas del ser mujer. Esta es una antología intimista, identitaria, de poemas siempre frescos, atrevidos, sagaces, donde el yo desaloja sentires, sensaciones, recriminaciones que fermentan primero a ras de piel y hurgan a garfio las profundidades de un cuerpo que comparte sus sentidos todos con decires de mundo que al paso de los años configuran ontología e imaginario de mujer.
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Ursprunglig publicering
2021
Utgivningsår
2021
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Intryck

  • Malena Tejedadelade ett intryckför 9 månader sedan
    👍Värt att läsa
    🔮Oanat djup
    💡Lärde mig mycket
    🎯Givande
    🚀Sidvändare

    Gran Gioconda Belli, colección increíble de poemas

  • Kin Navarrodelade ett intryckför 2 år sedan
    👍Värt att läsa
    🔮Oanat djup
    💡Lärde mig mycket
    🎯Givande
    🐼Mysig
    💧Tårdrypande

    Una gran voz, llena de ternura e inteligencia, de sensibilidad valiente y de palabras simples y precisas. Me gustaron en especial los poemas que dedica a sus hijas y a su madre, el de consejos para una mujer poderosa y el de los hijos de América. Muy buena antología, leeré más de ella.

  • b6394045722delade ett intryckför 5 månader sedan
    👍Värt att läsa

Citat

  • Rafael Ramoshar citerati förrgår
    DISCURSO DE LA PIEL
    Y DIOS ME HIZO MUJER
    Y Dios me hizo mujer

    de pelo largo

    ojos

    nariz y boca de mujer
    con curvas

    y pliegues

    y suaves hondonadas
    y me cavó por dentro

    me hizo un taller de seres humanos
    tejió delicadamente mis nervios

    y balanceó con cuidado

    el número de mis hormonas
    compuso mi sangre

    y me inyectó con ella
    para que irrigara

    todo mi cuerpo nacieron así las ideas
    los sueños

    el instinto

    todo lo que creó suavemente
    a martillazos de soplidos

    y taladrazos de amor

    las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días

    por las que me levanto orgullosa
    todas las mañanas

    y bendigo mi sexo.
  • Rafael Ramoshar citerati förrgår
    VII

    He oído la lengua de mis antepasados,

    en sueños.

    En sueños he escuchado sus risas.

    Paciente la paciencia,

    la resistencia.

    Siglos de silencio, de espera.

    El tiempo fluido haciendo espirales,

    subiendo desde los desiertos de la Patagonia,

    cruzando los Andes, las cordilleras, el trópico húmedo,

    las praderas de los búfalos.

    El hombre de las grandes ciudades destruye su mundo.

    El hambre, la violencia, cava túneles bajo sus pies,

    socava los cimientos de los ídolos forasteros.

    Los ojos de América aguardan el retorno de Quetzalcóatl

    —la serpiente emplumada—

    He oído la lengua de mis antepasados

    en sueños.

    Sueños que nunca duermen.
  • Rafael Ramoshar citerati förrgår
    VI

    La Tierra nos salvó, la sangre, el color de las frutas,

    el vahído del viento en los desfiladeros de Machu Picchu.

    Se apropiaron de todo, pero la Tierra nos seguía cantando,

    las Cataratas del Iguazú, el Titicaca, el Orinoco, la

    Pampa,

    Atitlán, Momotombo, Tikal, Copán.

    La Tierra conocía el toque de nuestras manos:

    Los volcanes nos hablaban; los ríos nos lavaban las lágrimas,

    la selva nos escondió.

    A ellos los acababa la nostalgia.

    El oro les cobraba su precio. Se mataban entre sí.

    Se hundían sus barcos. Sus hijos los desconocían.

    En los vientres de nuestras mujeres se fueron extinguiendo.

    Sus genes hirvieron en el cacao

    y no se reconocieron en sus descendientes.

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