El laberinto de cristal

agresividad. Del mismo modo, también dificulta nuestra capacidad para planificar, solucionar problemas, memorizar, desarrollar ideas y tener capacidad de autoconciencia. Además, dado que esta región cerebral está sobre todo vinculada a la percepción y a la expresión de las emociones, así como a la capacidad de motivación del ser humano, su enlentecimiento madurativo impide un adecuado control emocional, ya que no puede ejercer un correcto control inhibitorio sobre el sistema límbico.12

consecuencia, un enlentecimiento en su maduración ocasionado por el estrés asociado a las experiencias adversas tempranas (EAT) provoca importantes dificultades para inhibir conductas poco aceptables (como las que implican aceptar límites) y para controlar la

Traumas infantiles y enlentecimiento de la maduración de la corteza frontal: las experiencias traumáticas experimentadas durante la infancia y la adolescencia provocan cambios en la estructura y en el funcionamiento de las vías y las áreas cerebrales de la corteza frontal (en concreto, de la denominada «corteza prefrontal», CPF) que dificultan el control de la conducta, lo que conlleva un incremento de las conductas disruptivas, de los trastornos de la personalidad, de TDAH y de trastornos adictivos.11
Hay que decir que la CPF es un área cerebral de gran tamaño que tiene una enorme importancia en el control conductual, en la personalidad e incluso en las capacidades cognitivas, y su maduración no finaliza hasta los 25 años. De esta manera, los procesos cognitivos necesarios

otro lado, los datos procedentes de estudios epidemiológicos son consistentes al demostrar que los niños criados en hogares donde al menos uno de los progenitores es alcohólico tienen entre dos y trece veces más riesgo de sufrir experiencias traumáticas durante la infancia o la adolescencia (sobre todo abusos emocionales).10 En resumen, las complicaciones psicológicas y psiquiátricas de estos jóvenes proceden de los factores hereditarios

trastornos depresivos y trastorno bipolar. Estos trastornos, a su vez, también constituyen un factor de vulnerabilidad para el desarrollo de conductas adictivas. Así pues, desde una perspectiva exclusivamente genética, el hecho de haber sido criados en una familia en la que estaba presente el alcoholismo hace que estos jóvenes tengan un mayor riesgo de desarrollar diferentes trastornos mentales.

Qué factores influyen en que los hijos de personas con dependencia alcohólica tengan más complicaciones psicológicas y psiquiátricas?

Es indudable que son diversos los elementos que pueden contribuir al incremento de los problemas psicológicos y psiquiátricos en estos jóvenes. Por un lado, estos jóvenes han heredado un mayor riesgo de desarrollar diferentes trastornos mentales, como, por ejemplo, trastornos de ansiedad, trastornos de la personalidad, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, tras

Problemas de ansiedad
Aparecen 1,8 veces más que en la población general.
Síntomas depresivos y depresión
Los trastornos depresivos son 2,8 veces más habituales que en el caso de los hijos de familias donde no hay alcoholismo familiar.
Presencia de rasgos antisociales e impulsividad
Son más elevados que en los hijos de familias sin alcoholismo, lo que aumenta el riesgo de conductas delictivas.
Sentimientos de baja autoestima
Aparecen en más del 90 % de lo

Deficiencias en el aprendizaje
Retraso

problemas de alcoholismo. Como se observa, los sentimientos de baja autoestima y de vergüenza o culpa son casi una constante en estas familias, y les siguen los problemas relacionados con la impulsividad, con el abuso de sustancias, los episodios de depresión y de ansiedad y las dificultades en el aprendizaje. Un dato de especial interés es que el riesgo de sufrir experiencias traumáticas infantiles es de dos a trece veces superior entre los hijos criados en estos hogares respecto a los criados en familias sin alcoholism

Y es que creo, y así he intentado exponerlo, que las experiencias traumáticas sufridas por los niños y adolescentes en estas familias juegan un papel muy relevante en el desarrollo de estos trastornos. Para concluir, resumiré las características clínicas del llamado «síndrome alcohólico fetal».