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Emilia Pardo Bazán

Cuentos de amor

  • Valentina Vásquez Contrerashar citeratför 5 år sedan
    La niña no se apartaba del jardín, y a cada ruido del viento en las hojas pensaba ver aparecerse al desconocido, bizarro, galán, diciendo de perlas lo que de oro escribía.
  • Monserrat Gonzálezhar citeratför 5 år sedan
    -También a mí me ha querido, ¡y mucho!, ¡y desinteresadamente!, una mujer preciosa…
  • Linda Martínez Riverahar citeratför 5 år sedan
    Al fin, Eva soltó a la víctima y la contempló… El Amor ni respiraba ni se rebullía; estaba muerto, tan muerto como mi abuela.

    Al punto mismo que se cercioraba de esto, la criminal percibió un dolor terrible, extraño, inexplicable, algo como una ola de sangre que ascendía a su cerebro, y como un aro de hierro que oprimía gradualmente su pecho, asfixiándola. Comprendió lo que sucedía…

    El Amor a quien creía tener en brazos, estaba más adentro, en su mismo corazón, y Eva, al asesinarle, se había suicidado.
  • Shara Olverahar citeratförra månaden
    de medio a medio, y son injustas con el pobre Don Juan, a quien sólo hemos comprendido los poetas, los que tenemos el alma inundada de caridad y somos perspicaces… . cabalmente porque, cándidos en apariencia, creemos en muchas cosas.
    A fin de poner la verdad en su punto, os contaré la historia de cómo alimentó y sostuvo Don Juan su última ilusión… , y cómo vino a perderla.
    Entre la numerosa parentela de Don Juan -que, dicho sea de paso, es hidalgo como el rey- se cuentan unas primitas provincianas muy celebradas de hermosas. La más joven, Estrella, se distinguía d
  • Shara Olverahar citeratförra månaden
    Las gentes superficiales, que nunca se han tomado el trabajo de observar al microscopio la complicada mecánica del corazón, suponen buenamente que a Don Juan, el precoz libertino, el burlador sempiterno, le bastan para su satisfacción los sentidos y, a lo sumo, la fantasía, y que no necesita ni gasta el inútil lujo del sentimiento, ni abre nunca el dorado ajimez donde se asoma el espíritu para mirar al cielo cuando el peso de la tierra le oprime. Y yo os digo, en verdad, que esas gentes superficiales se equivocan de medio a medio, y son injustas con el pobre Don Juan, a quien sólo hemos comprendido los poetas, los que tenemos el alma inundada de c
  • Shara Olverahar citeratförra månaden
    n poco, divisaba Don Juan blanca figura velada, una mujer con los ojos bajos, sosteniendo en la diestra una lamparita encendida y protegiéndola con la izquierda.
  • stheisybaezalmontehar citeratför 2 månader sedan
    «El Imparcial», 12 de marzo 1894.
  • liz mavareshar citeratför 6 månader sedan
    El Amor a quien creía tener en bra‍­zos, es‍­ta‍­ba más aden‍­tro, en su mismo co‍­ra‍­zón, y Eva, al ase‍­si‍­nar‍­le, se había sui‍­ci‍­da‍­do.
  • liz mavareshar citeratför 6 månader sedan
    El Amor a quien creía tener en bra‍­zos, es‍­ta‍­ba más aden‍­tro, en su mismo co‍­ra‍­zón, y Eva, al ase‍­si‍­nar‍­le, se había sui‍­ci‍­da‍­do
  • miguelshane341har citeratför 8 månader sedan
    -Es cierto: sólo por acercarme a ti, por gozar de tu vista, he adoptado este disfraz, he cometido la locura de venir al baile. Y mira que extraño caso: queriéndote así, lloro… a causa de que me dices palabras de amor. Por oírlas con la cara descubierta daría mi sangre. Pero tú, que acabas de jurar que me adoras, ahora que me ves envuelta en este trapo verde, tú… huirías de mí si me presentase sin careta. Me has perseguido, me has dado caza, sólo porque no veías mi rostro. Y ni soy vieja ni fea… ¡No es eso! ¡Mírame y comprenderás! ¡Mírame y después… ya no tendrás que volver a mirarme nunca!
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