bookmate game
es
Böcker
Leslie Jamison

La huella de los días

  • Victoria Victoriahar citeratför 3 år sedan
    «Tenía dos ansias y ambas luchaban entre sí –escribió Rhys en su diario–. Quería sentirme amada y quería estar siempre sola.»1
  • Victoria Victoriahar citeratför 3 år sedan
    Mi yo borracho era como una prima ridícula de la que me sentía responsable, una huésped en el bosque de cuyas acciones era indudablemente culpable, aunque no recordara haberla invitado
  • Roxana Lezamahar citeratför 3 år sedan
    esa chica que quería expresar la inmensidad de lo que sentía y para hacerlo usaba lo que tenía más a mano
  • Abril Castillohar citeratför 16 timmar sedan
    La novela habla con sinceridad del precio del alcoholismo –cómo empequeñece el mundo y socava el espíritu–, así como de su logística: lo fácil que es emborracharse con el estómago vacío, la nostalgia por los tiempos en los que su tolerancia al alcohol era menor.
  • Abril Castillohar citeratför 16 timmar sedan
    Puede que Marguerite Duras supiera algo sobre esas complejidades tras engullir litros de burdeos barato o tras los brutales tratamientos de desintoxicación que la dejaban al borde de la muerte. Puede que supiera algo sobre la vergüenza de ser una mujer que sabía algo sobre el alcoholismo. «Cuando una mujer se emborracha –escribió–, es como si lo hiciera un animal o un niño.»
  • Abril Castillohar citeratför 16 timmar sedan
    la adicción me parecía fecunda. Se asemejaba mucho a la decoración de interiores, un accesorio que interpelaba las profundidades del alma.
    Cuando mi alcoholismo traspasó cierto umbral –un umbral que yo imaginaba como un túnel existencial, oculto bajo la quinta o sexta copa–, me sumió en una oscuridad que se parecía a la sinceridad. Era como si todas las superficies relucientes del mundo fueran falsas y la verdad subsistiera en el desesperado espacio subterráneo del alcohol
  • Abril Castillohar citeratför 16 timmar sedan
    Una parte de Berryman seguía anclada a su propio trauma y las repercusiones de este. Llegó a escribir al psicoanalista con el que tenía una deuda pendiente para confesar que el riesgo de frenar su creatividad si resolvía sus problemas emocionales le producía angustia. Comparaba su caso con el de Rilke. «Yo no me preocuparía –replicó el psicoanalista– por las similitudes con Rilke, ni por una posible merma de tus habilidades creativas. En tu caso, no están tan entrelazadas con tus problemas emocionales como para que la solución de unos lleve necesariamente a la destrucción de las otras.»
  • Abril Castillohar citeratför 16 timmar sedan
    Empezaba a familiarizarme con el protocolo social de análisis «posapagón», que consistía en dejar que alguien me contara qué había hecho y luego ayudar a esa persona a averiguar por qué lo había hecho. «¿Que hice QUÉ? –preguntaba–. ¿Por qué iba a hacer ALGO ASÍ?» Me imaginaba avanzando a trompicones por el bosque, guiada por un extraño instinto de supervivencia que hacía que mi cuerpo se desentendiera de mi propio y tiránico deseo de impresionar a los demás. Mi yo borracho era como una prima ridícula de la que me sentía responsable, una huésped en el bosque de cuyas acciones era indudablemente culpable, aunque no recordara haberla invitado
  • Abril Castillohar citeratför 16 timmar sedan
    La nieve acababa de derretirse, dejándolo todo expuesto a su paso, como en carne viva.
  • Abril Castillohar citeratför 16 timmar sedan
    Cierta noche, después de una barbacoa, mientras volvíamos a casa dando traspiés en la oscuridad, Daniel me hizo parar en medio de la acera. Cuando me dijo «Esta noche me he enamorado de cada puta palabra que ha salido de tu boca», lo encajé como la confirmación de una corazonada. Siempre había sospechado que el amor llegaba como una recompensa por decir las palabras adecuadas
fb2epub
Dra och släpp dina filer (upp till fem åt gången)