El venezolano vive bajo el signo del sobresalto sin tregua. No es posible evadir una crisis que golpea feroz su salud mental y empuja a la sociedad al límite de la disfuncionalidad. Pero sí pueden –y deben— apuntalar su carácter para resistir los embates de la realidad y salir fortalecidos de cada trance. ¿Tienen los venezolanos fortalezas para semejante desafío? La respuesta es un rotundo «SÍ". Los autores de este libro, oasis de optimismo en medio del desasosiego y del afán de fuerzas negativas por inducir la desesperanza como sino inevitable, ofrecen las claves.
Con las herramientas de la psicología positiva, es posible detectar cuáles son las fortalezas del carácter de los venezolanos y potenciarlas como vehículo de bienestar individual y colectivo. Cada tiempo y espacio del accionar cotidiano es una oportunidad para manifestar la gratitud, la pasión, la espiritualidad, el humor y el perdón, materia de la que están hechos los venezolanos pero que los avatares agazapan.
Las experiencias sobre la aplicación de la psicología positiva en ámbitos varios de la sociedad venezolana abren ventanas para que el malestar ceda espacios al bienestar, para que la existencia en medio del caos no sea más supervivencia sino vivencia, para reiterar, en definitiva y sin ambages, de que la vida sí vale la pena vivirla.