Esta obra se propone abordar la dirección de centros desde una mirada atenta que parte del análisis de las tendencias dominantes marcadas por unos discursos y unas prácticas que no se olvidan del pasado, y que tienen como fin la búsqueda de la calidad a través de una serie de exigencias. Éstas se justifican desde el modelo de competencias (hoy tan de moda). Con exclusividad, la responsabilidad de tal propósito recae en los directores y las directoras. Partiendo de este análisis, se ofrece un planteamiento alternativo que, siendo consciente de las demandas del mundo globalizado y de las regulaciones administrativas, prioriza elementos que atraviesan la acción directiva y que se proyectan de manera permanente en la cotidianidad de las escuelas; elementos que tienen que ver con la ética y la política y que son, precisamente, consustanciales a la educación. Pero también contempla otros que son inherentes a las relaciones y las interacciones entre los sujetos de la escuela (profesorado, alumnado, dirección), y que remiten a los motivos, los deseos, la confianza/desconfianza, etc. Todos estos elementos re-sitúan la gestión de la dirección, y sin ellos ésta no puede ser comprendida. Desde este planteamiento será posible ofrecer propuestas -no soluciones cerradas— para una dirección sostenible que persiga la calidad desde el compromiso compartido y que garantice una dinámica organizativa basada en la equidad y la justicia social. La dirección de centros: Ética, Política y Gestión no está destinado sólo a quienes están desempeñando el cargo o pretenden hacerlo, sino también a los profesionales de la educación que forman parte, directa e indirectamente, de la construcción de las escuelas como espacios educativos y sociopolíticos. Su propósito es repensar, desde otras claves, el sentido ético-político y educativo de la acción directiva en contextos cambiantes y vulnerables.