En cambio, un ensayo (es más, uno solo de sus aforismos) convence no por la verdad que encierra —verdad cuyo único autor intelectual y material es el propio ensayista—, sino por seducción.
Ivana Melgozahar citeratför 2 år sedan
guarda un asombroso parecido con la verosimilitud del cuento: nos da argumentos momentáneamente perdurables para renovar nuestra fe en lo perdurablemente momentáneo.
Ivana Melgozahar citeratför 2 år sedan
Un ensayo de Montaigne, Stevenson o Reyes jamás lograría ese concepto que Poe acuñó para el cuento moderno: “unidad de intención”. El ensayo se sostiene en el ocio, relajamiento o distensión de la idea; en su atenta invitación a divagar en torno a aquello que propone.