Por años el niño permaneció maravillado de una isla donde la gente tomaba Coca-Cola y cantaba jingles de la Segunda Guerra Mundial en una lengua que no hablaba mientras tantos cocos en los árboles colgaban saturados de leche, hinchados y sin sorber
ALONDRA DANIELA RUIZ GIRONhar citerati fjol
dios reluciendo más brillante que el dios clavado a la cruz,