Sakae Tsuboi

  • Montserrat Macías Torreshar citeratför 16 dagar sedan
    Siento haber nacido mujer. Como no soy un chico, mi padre siempre lo lamenta. Como no soy un chico y no puedo ir a pescar con él, mi madre va en mi lugar. Por eso mi madre sale a mar abierto los días fríos de invierno, también los días calurosos de verano. Cuando sea mayor, pienso hacerla lo más feliz posible.
  • Montserrat Macías Torreshar citeratför 16 dagar sedan
    Por qué dejaste que me hiciera maestra, mamá?
    —Pero bueno, ¿ahora me echas la culpa a mí? Si fue idea tuya. Dijiste que no querías ser como yo. Desde luego, no es plato de buen gusto coser para los demás a mi edad cuando tengo que usar gafas de vista cansada.
    —Pues a ti te va mejor. Mírame a mí: estoy segura de que he hecho todo lo posible enseñando desde primer curso hasta sexto, aunque a mi manera. Pero ¿qué pasa después? Más de la mitad de los chicos quieren ser militares. Qué disgusto.
  • Montserrat Macías Torreshar citeratför 16 dagar sedan
    lo único que esperaba a esa figura encantadora era la guerra, ¿para qué tener hijos, amarlos y criarlos? ¿Por qué se prohibía lamentarse por las vidas humanas que las bajas hacían añicos? ¿Preservar la seguridad pública no significaba más bien proteger la vida humana que restringir la libertad del espíritu?
  • Montserrat Macías Torreshar citeratför 16 dagar sedan
    La maestra se preguntaba si estaba bien que la vida cotidiana de la gente fuera destruida por el simple motivo de que todo el mundo estaba soportando los mismos dolores en tiempos de guerra. Se preguntaba qué pasaría si muchas personas, que se veían obligadas a renunciar al derecho de expresarse por no ser las únicas que sufrían, protestaran a coro. No, eso no era posible.
  • Montserrat Macías Torreshar citeratför 16 dagar sedan
    Si uno se hace aviador, se puede llenar el estómago con sopa dulce de judías», les decían los militares. Fue una verdadera lástima que muchos muchachos de familias pobres aspiraran a ser aviadores para saciar el hambre. Y al hacerlo se convertían automáticamente en héroes. Ya fueran pobres o no, los que no se dedicaban a la «causa» eran considerados antipatriotas.
  • Montserrat Macías Torreshar citeratför 16 dagar sedan
    La educación se destinaba a acercar al menos la mentalidad de los varones de todo Japón a esa idea y que la asumieran. Incluso las típicas estatuas de bronce del filósofo Sontoku Ninomiya leyendo un libro, que había en un rincón del patio del recreo de casi todas las escuelas primarias y que simbolizaban la diligencia, fueron despedidas entre vítores, igual que los soldados, cuando se las llevaron como chatarra para reaprovechar el metal.
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