principal causa de todo era mi incapacidad de controlar la concentración. No era que no pudiera concentrarme; lo que pasaba era que me costaba mucho hacerlo en lo que tocaba cuando tocaba, estar presente.
Erihar citerati fjol
La principal causa de todo era mi incapacidad de controlar la concentración. No era que no pudiera concentrarme; lo que pasaba era que me costaba mucho hacerlo en lo que tocaba cuando tocaba, estar presente.
Erihar citerati fjol
Empezaron a fascinarme el orden y la disciplina, cualidades que me parecían tan bellas como ajenas. Para descifrar estos misterios, empecé a inventar trucos de organización diseñados para tener en cuenta cómo funcionaba mi mente.