miembros de esta generación tendremos que lamentarnos no solo por las palabras y los actos odiosos de las malas personas, sino por los clamorosos silencios de las buenas
Julio Andrés Madrigal Sanabriahar citerati fjol
Alguien que incumple sus promesas se deprecia. Es como perder un dedo. Peor que acabar paralítico, que es algo meramente físico. Alguien cuyas promesas se quedan en nada tiene el alma tullida.