Y, ¿el amor? Era peor que una debilidad.
El amor te rompe. Después de todo, fue el amor, ¿no es cierto?, lo que hizo que Ayla llorara durante semanas la muerte de su familia, lo que la dejó hecha un ovillo, incapaz de moverse. El amor es lo que hace llamar a la muerte, desearla, anhelarla, para poder liberarnos del dolor propio.