—Sí, deja que te lo quite y de paso te robe un beso.
Milagroshar citerati fjol
—Lo que pasa es que… —comienza a decir, y yo detengo la mano que iba de camino a coger el grifo; él, por su parte, cierra el suyo—. Todo eso, lo de atento y demás, no lo era con ella.