Para nuestros bisabuelos lo mismo era llegar temprano que llegar tarde, o que no llegar nunca. La manía de llegar es relativamente moderna y el más terrible azote con que nos mortifica a todos la civilización.
creo que estaba enamorada de él. Lo único que sentía era no poder estudiar su carácter; algunas personas le juzgaban violento; pero yo le veía siempre cortés, deferente, blando como un guante.