—¿Qué te ha parecido? —le pregunté cuando salieron los créditos.
—¿Hum?
Los dedos de Alex me acariciaban el pelo y notaba los movimientos de su pecho cada vez que respiraba.
—¿Te ha gustado?
—Si te digo la verdad —dijo, y su mano se detuvo—, no he prestado mucha atención.
—¿Qué? —me senté para mirarlo—. ¿Por qué no?
—Porque estaba distraído con otra cosa —confesó. Antes de que pudiera preguntarle con qué, continuó—: ¿Podemos hablar un momento?
Una expresión preocupada asomó a su cara, pero alargó la mano para acariciarme el cabello y me pasó los mechones del flequillo por detrás de la oreja. Noté las callosidades de sus dedos resbalar por mi piel, y me estremecí. Una parte de mí sabía lo que iba a decir y, mientras asentía, mi corazón empezó a latir a un ritmo más rápido. Había tal silencio en la habitación que Alex debía de oír los latidos, seguro.
—Jackie —empezó, y hablaba en tono serio, como si se dispusiera a pronunciar un discurso importante. Observé el movimiento de sus labios cuando pronunció mi nombre. A la luz de mi habitación se veían suaves y bien dibujados, y me hicieron pensar en el día del puf de pera—. Ya sé que te va a parecer una tontería, pero tengo que intentarlo de todas formas. En la fiesta, cuando te vi con Cole, no me enfadé porque hubieras ido a la fiesta de Mary. Estaba enfadado conmigo mismo por haber llegado tarde. Pensaba que Cole se me había adelantado.
—No entiendo la pregunta.
—Espera, enseguida llegamos a eso. —Paró para respirar—. Lo que intento decirte es que debería haberte preguntado esto el otro día. Ya sabes, el día que jugamos a Mario Kart. —Se interrumpió de nuevo, cada vez más colorado. Luego me preguntó de un tirón—: Jackie, ¿te gustaría ser mi chica?
Ahí estaba, la pregunta que temía desde nuestro beso, porque no sabía qué contestar. Pero ahora que la había escuchado, supe súbitamente lo que iba a responder. Me sentía tan a gusto con Alex… Con él podía bajar la guardia. La noche anterior en la fiesta pensaba que me había quedado sin eso y no pensaba volver a cometer el mismo error.
Le respondí con los labios.