Fabrice Hadjadj

  • juan diego esquivias padillahar citerati fjol
    Es un “sígueme” antes que un “esto es lo que eres” o “esto es lo que hay que hacer”.
  • juan diego esquivias padillahar citerati fjol
    Puede que el mundo sea hostil, pero lo cierto es que las piedras están de nuestra parte: «Os digo que si estos callan gritarán las piedras» (Lc 19, 40); que los árboles están de nuestra parte: «Exultarán todos los árboles del bosque» (Sal 96 [95], 12); que los animales están de nuestra parte: «Bendecid, aves del cielo, al Señor (...) bendecid, fieras y ganados, al Señor» (Dn 3, 80-81).
  • juan diego esquivias padillahar citerati fjol
    ul Claudel, en El zapato de raso, afirma que es esta dimensión de alianza con todos los seres lo que distingue al católico del protestante:

    ¿Qué han pretendido esos tristes figurones de la Reforma sino reducir intransigentemente a un mero acto de fe el proceso de la salvación que se opera entre Dios y el hombre (...) entendido como una transacción personal y clandestina entre ambos, en un mezquino gabinete? (...) La Iglesia no se defiende únicamente con sus doctores, sus santos, sus mártires, con el glorioso Ignacio o con la espada de sus hijos fieles: ¡apela al universo entero! Atacada por los bandidos en un rincón de Europa, la Iglesia católica se defiende con el universo[6].
  • juan diego esquivias padillahar citerati fjol
    Más allá del optimismo y el pesimismo: la fortuna inesperada de haber nacido en nuestro tiempo

    Esta alianza más poderosa que cualquier enfrentamiento nos obliga a ver como una bendición el hecho de haber nacido en este tiempo y no en otro.
    La adhesión a un partido que quiere transformar el mundo siempre es o nostálgica o utópica.
  • juan diego esquivias padillahar citerati fjol
    Tomás de Aquino se muestra categórico en este sentido: «Por el acto de esperanza se siente inducido el hombre a la observancia de los preceptos»[9]. Donde deja de existir la esperanza, la moral no se sostiene.
  • juan diego esquivias padillahar citerati fjol
    Mientras que los organizadores de una excursión te facilitan amablemente la lista de cosas que te hacen falta, Él te ordena no olvidar lo que no te hace falta coger: «No llevéis bolsa ni alforja ni sandalias, y no saludéis a nadie por el camino» (Lc 10, 4).
  • juan diego esquivias padillahar citerati fjol
    el Verbo se hizo carpintero
  • juan diego esquivias padillahar citerati fjol
    Hoy en día no basta con condenar un “individualismo exacerbado”, porque ya no estamos instalados siquiera en el individualismo, sino en el dividualismo; o, mejor dicho, el primero acaba llevando al segundo: desde el momento en que el individuo pretende construirse solo, lo único que hace es desligarse de su origen social, reducirse él mismo a un conjunto de piezas sueltas.
  • juan diego esquivias padillahar citerati fjol
    si el individuo se deja dividir tan fácilmente es porque antes se ha separado de su historia y de su genealogía, se ha situado como un sujeto aislado, sin pertenencia, sin apellido, antes átomo que autónomo; y, por lo tanto, incapaz de resistirse a las sirenas del mercado
  • juan diego esquivias padillahar citerati fjol
    si el dragón ataca con tanta facilidad a la mujer es únicamente porque el hombre no está ahí para protegerla. Por eso esa teología de la maternidad debe ir acompañada de una teología de la paternidad… y de la virilidad, pues el fundamento de la virilidad es la paternidad (y no la musculatura). El hombre esposo y padre se convierte en el defensor de su mujer y de sus hijos: podrá ofrecer su mejilla izquierda, pero no la de los suyos. Por eso tiene el deber de alzarse en armas en su legítima defensa, o bien de «tomar al niño y a su madre, y huir a Egipto» (cf. Mt 2, 13), cosa que requiere no menos coraje. Así pues, la segunda figura del apostolado apocalíptico es la del combatiente
fb2epub
Dra och släpp dina filer (upp till fem åt gången)