Cynthia Rimsky

  • Fernandohar citeratför 2 år sedan
    La arquitectura da cuenta de que en la antigüedad los burgueses protegían sus casas esculpiendo dioses o palabras como justicia, fraternidad, libertad. Los burgueses actuales consideran más práctico protegerlas con alarmas electrónicas.
  • Rocío Toledohar citerati fjol
    pero a mí no me dolía nada aparte del alma, ay, ay, el del alma era un dolor agudo en todo el cuerpo,
  • Sara Gabrielhar citeratför 2 månader sedan
    En la actualidad el viaje es un asunto de meteorología.
  • Sara Gabrielhar citeratför 2 månader sedan
    ¿Y todos los hijos terminan siendo religiosos?

    —Algunos se rebelan. Es parte del crecimiento buscar la propia identidad, pero cuando forman una familia se dan cuenta de que sólo pueden educar a sus hijos como sus padres hicieron con ellos y vuelven al camino.
  • Sara Gabrielhar citeratförra månaden
    británicos trabajan años en el Reino Unido hasta que reciben su jubilación y se mudan a Chipre del Sur donde, además del clima, llevan un mejor estándar de vida. Los matrimonios con hijos casados apuestan por una aventura que insuflará bríos a la relación y compran una casa en un condominio que les evoca su hogar de clase media. Mientras el marido cierra las cuentas corrientes, la mujer viaja a disponer de la casa. Desembala el berger de cuero, la porcelana, las alfombras, hasta que todo luce “as home”. Pasan las semanas, el viaje del esposo se aplaza, la mujer visita un bar donde descubre que a los cincuenta o sesenta años despierta los apetitos sexuales de los jóvenes locales, y enloquece.
  • Sara Gabrielhar citeratförra månaden
    Siento que es más importante estar aquí que escribir, pero vine a escribir y eso me angustia.
  • Sara Gabrielhar citeratförra månaden
    La rumana describe la ventana cerrada, las paredes blancas, la cama deshecha, la expresión del padre al volver de la fábrica, los temores de la madre al saber que su esposo salió en busca del amigo, el minúsculo baño donde lavó su calzón, el dolor entre sus piernas, el examen ginecológico, la encarcelación del amigo de su padre… las palabras inscriben la violación, esta vez en su cuerpo testigo. Tañen las campanas de la iglesia. La rumana se levanta. Los bombones caen.
  • Sara Gabrielhar citeratförra månaden
    Tanto —tanto que conversar— pensar después de este intenso corte del cordón umbilical. Serás otra cuando vuelvas. Yo como siempre echándote mucho de menos. Escribir lo que pienso de mí y de ti, sería no acabar nunca. Por eso tú con brandy y yo con pisco chileno. ¡A tu salud. A tu salud!

    Quedo vostrísimo tuyo, esperando saber más de ti.

    Valparaíso

    11 de abril 1999”.
  • Sara Gabrielhar citeratförra månaden
    Pierdo los anteojos oscuros en las ruinas de Kaunos. ¿En cuántos años más los encontrarán? ¿Qué relato construirán sobre mí?
  • Sara Gabrielhar citeratförra månaden
    El hijo de ambos se casó, tuvo dos hijos y compró a treinta años plazo una casa DFL 2 en el barrio alto. Jamás abandonó la consulta dental de la calle Maruri. Las flores del papel mural se ajaron, lo mismo que la silla odontológica, el escritorio, las obras completas de Freud, La montaña mágica de Thomas Mann, América de Kafka, Éxodo de León Uris y Los hermanos Karamazov
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