Paula Meiss

–Quiero escribir escenas, o cuentos, o lo que sea, sobre momentos o situaciones en las que yo no haya estado. Escribirlas a partir de lo que me contaron o de lo que me imagino –dice Ada.

No es que seáis vosotros –dice Ada entonces–, son historias sobre vosotros. Materia prima. Una vez robada la anécdota, deja de ser vuestra, deja de tener que ver con vosotros. –

rosal daba unas rosas claras y desgreñadas, tan llenas de pétalos que parecían una herida de bala.

Y este es el tipo de la historia subiéndose al barco por la tarde

Nàdia lanza a Dídac por el aire y Quim lo recoge y el niño se ríe como loco. Primero lo sostienen unas manos firmes y el agua está fría. Después lo catapultan por el aire, arriba, arriba, hacia el cielo, que es azul como la emoción y la felicidad, hacia el sol, que quema amarillísimo, como el espanto. Y entonces vuelve a bajar, de repente, parece que tiraran de él con una cuerda, y lo agarran otras manos y se salpica.