Isabel Córdova Rosas

La primera escala es Traunstein, un pueblo pequeño, como recostado sobre el repecho de las montañas, al sureste del lago Chiemsee

la casera les trae sendos jarros de vino caliente

especias y pondera su glühwein, abrigador y generoso, fuerte para los adultos y muy aguado y dulce para los niños,

Leopold les comenta que sus gobernantes son famosos por sus colecciones de arte, libros, objetos científicos, piedras preciosas y hasta animales disecados y plantas.
Y allí vive el maestro Haenke, que va a decidir su futuro.